Triste que esté sea otro día donde no hay nada que celebrar, cuando aún las grandes potencias y hasta nosotros mismos seguimos vulnerándose los derechos naturales a nuestro propio planeta tierra. Mientras sigamos bajo el yugo opresor de las marionetas del Club Buildelberg que yacen en el seno del sionismo internacional y emanan su poder desde la Casa Blanca, jamás podremos celebrar esté día.
La Guerra por petroleo y agua en Libia, por combustibles fósiles en el medio oriente y las mismas ansias por las más grandes reservas de petroleo que se ciernen sobre nosotros los Venezolanos, son sin duda alguna motivo de preocupación general y temor por las destrucciones que aún faltan por darle las grandes potencias a nuestro planeta tierra. Vemos que las fuentes de energía alternativas como la nuclear han derivado a que por mala planificación en las construcciones de plantas como las japonesas entradas en crisis en el primer trimestre del año pasado han sido un fracaso, o como los usos con fines de guerra como los que dan Israel y Estados Unidos, que por cierto esté último ha sido el único país en detonar una Bomba Nuclear en el planeta y ahora se hacen llamar los policías nucleares, corrigiendo y limitando el uso de esta energía en el planeta tierra, pero con doble rasero pues son los principales depositantes de uranio empobrecido en los "depósitos" al aire libre de países como Ghana, donde los altos indices de enfermedades como el cáncer han alcanzado niveles extraordinarios. Ni hablar de las poco brillantes ideas como el uso de combustibles a base de cereales, que han sido causa de hambre y miseria al norte de Brasil y en toda la Federación Mexicana, cuando prefieren las grandes corporaciones mundiales ver pueblos morirse de hambre con tal de que los coches de los opresores y oprimidos norteamericanos tengan su tanque lleno de combustible. Entonces lanzaré de nuevo mi pregunta al aire ¿tenemos algo que celebrar hoy?.
Lo que reconforta es que personas fuera de serie como Fidel Castro se han venido reuniendo con grandes científicos con conciencia de clase clara para afrontar las crisis ambientales de nuestro milenio, denunciando a las grandes potencias en sus ansias de mayor hegemonía a costillas del sufrimiento de nuestro planeta Tierra y de su gente. Falta mucho por alcanzar en esté tema y debemos advertirnos que esté no es un simple problema coyuntural, sino de suma extructuralidad política. Confiemos que un mañana es posible, pero sin duda alguna que ese mañana debe ser pluripolar sin las ansias hegemónicas del neo-imperialismo Gringo-Sionista.
Jimmy Querales
@JimmyJQB
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